jueves, 8 de septiembre de 2011

Desnudo sin forma, 1


Vuelvo a Málaga, tras la primera incursión a Sevilla de este curso. Dudo que consiga la simultaneidad con sociología y Ciencias Políticas. Ayer vi una película de Godard, ‘Je vous salue, Marie’. Es el nacimiento de Cristo en nuestros días, muy bella.
La Belleza es uno de los temas que más me inquietan últimamente. Hice una llamada de socorro a la gente de la Escuela de Escritores para que me recomendasen libros ‘bellos’, o que hablen de la Belleza. De momento, me he leído el que me recomendó Silvia, ‘El último encuentro’, de Sándor Márai. No se trata de un libro que hable de la belleza, mas es un libro bello en el que se habla de la amistad de un modo bastante extenso. Con unos personajes muy profundos, el libro (pese a su relativa densidad) se lee rápido y con gusto.
Con relación, al menos en parte, a la Belleza (y concretando más, a la relación entre lo sublime y la muerte), el otro día tuve una conversación muy interesante vía Facebook con Noelia y Julia, sobre la relación entre el orgasmo y la percepción de la muerte. ¿Es en el momento en que tenemos un orgasmo cuando somos más conscientes de nuestra brevedad y la cercanía y lejanía al mismo tiempo de la muerte? No hablo de la ‘pequeña muerte’ tan famosa.
También vi ayer una serie de fragmentos del programa ‘500 Claves sobre la Transición’(tanto esto como la película de JLG, gracias a Esteban), en los que interviene Antonio García-Trevijano, al parecer un abogado experto en la materia. Son muchas las conclusiones que se obtienen. Por un lado, Trevijano (en un intento de hacer un análisis riguroso, que él ve inexistente en España) parte de declarar que no existe un verdadero régimen democrático en España por dos razones: no podemos votar a quien queremos, y no existe una verdadera separación de poderes (uno de los puntos en común al final del programa es que debería separarse también el periodismo como Cuarto Poder). La primera premisa la obtiene de un sistema representativo nacido de un pacto entre la oposición clandestina y los militares franquistas. Como siempre, hay en este tipo de análisis defensores del modus operandi de la Transición, al ser un momento histórico peliagudo, y aquellos que la tachan de ‘Apaño’ y ‘Chapuza’. Es interesante, por relación a estos últimos días, la previa sacralización de la Constitución debido al primer tipo de opinión que he mencionado. La facilidad con la que ahora se ha cambiado (para añadir un techo de déficit) me hace dudar de la veracidad de los que dicen que no se pudo hacer mejor y pretenden dejarla tal cual está.
Como anécdota, es interesante recordar un momento en el que José Mario Armero, Presidente de Europa Press y también contertulio en el programa, defiende que vivimos en un régimen de absoluta libertad en el cual él nunca ha tenido problemas, a lo que responde otro de los participantes comparando ese ‘solo tienen problemas los que los buscan’ típico de un franquista. Para terminar, Ramón Tamames, economista, achaca al franquismo sociológico el hecho de que no se pudiera hacer un ‘apaño’ mejor en la época de la Transición. Por tanto, concluye que en el momento en que hayamos superado parte de las heridas abiertas en aquel entonces, este país tiene que levantarse para exigir más y mejor democracia, donde nos encontremos representados. ¿Es ahora el momento?
Ciertamente, como me decía mi amigo Álvaro Pérez anteayer, el sistema representativo fue diseñado para una sociedad incomunicada, en la que para ir a Madrid tenías que echar uno o dos días. Claro está, si la comunicación es insuficiente, tenemos que elegir a alguien que pueda estar en el momento y el lugar para que decida lo que queremos o no hacer. De ese mismo modo, una democracia participativa en esos tiempos era inviable.
Pero, ¿qué ocurre ahora? Es cuestión de unos pocos años que internet sea también declarado como un derecho del ciudadano, como lo es el de la vivienda digna por ejemplo. En la sociedad o era de la información, estamos constantemente recibiendo estímulos, noticias, opiniones. Es el momento de que esa inmensa comunicación pase a ser recíproca. Cada vez es más difícil que un político demagogo se haga con el poder, el pensamiento crítico vuela por la red. Desde mi punto de vista, estamos muy cerca de ese momento. Solo hay que conseguir dos cosas: un acceso libre y real a internet (con real me refiero a completo y de conocimiento, que no sea utilizado exclusivamente para descargar música o actualizar el perfil de la red social de turno), y fomentar mucho la educación en estas materias. Como siempre, la educación surge como condición necesaria en un cambio de paradigma. Recordando los ‘Dos conceptos de Libertad’ de Isaiah Berlin (que conocí gracias al documental ‘The Trap’, de Adam Curtis), se trataría de un nuevo intento de alcanzar la ‘Libertad Positiva’ tan demonizada, solo que no con medios violentos. Hay dos métodos, creo, de llegar a esta libertad: la violencia que ha demostrado su ineficacia y la educación, eterna olvidada.
Por otro lado, quiero ahondar en la espiritualidad, ya que es una parte de mí en la que no he experimentado ni investigado, aún cuando sé que tengo una sensibilidad especial hacia ciertas materias relacionadas. He de relacionar esta búsqueda de espiritualidad desde dos focos: el de la búsqueda de la sensualidad y el de un acercamiento más ‘académico’, es decir, todo aquello relacionado con la Metafísica. Como interés especial, necesito encontrar algo acerca de la arquitectura sagrada. Los Templos, como contraposición a los ‘No-Lugares’ de Ruth me fascinan. He de hablarlo con Álvaro, ya que es de los más inmersos en este tipo de pensamientos.
Hablando de Álvaro, está comenzando a hacer los esbozos de su proyecto de Grado. Le interesa mucho la lingüística cognitiva, el proceso de aprendizaje de los seres humanos en la infancia. Estos temas me recuerdan al famoso experimento en el que un rey encerró a un niño en una habitación sin contacto con nadie, para ver cuál era ‘el idioma de Dios’ (dependiendo de la primera palabra que pronunciase). Por lo que a mí respecta, quiero ayudarle en la parte biológica y neurológica del proyecto, así de paso me informo yo también. Tengo pensado pasarle el libro de Histología con el que estudié Biología Animal y Vegetal, algún que otro apunte y tres o cuatro documentales de Punset sobre el tema. Claramente, le va a interesar mucho el de las Neuronas Espejo.
En relación con mi obsesión por el problema de España (de lo que hablaré otro día, ya que en estos momentos ya vamos por El Chorro), me hice por navidades con un libro curioso, que analiza la supuesta excepcionalidad española a lo largo de los dos últimos siglos (‘¿Es España diferente?’, dirigido por Nigel Townson). De momento he leído dos de los ensayos, el primero sobre el concepto de nación en España y el segundo sobre las guerras civiles del siglo XIX como camino hacia la modernización. La tónica general del libro es desmentir la excepcionalidad y demostrar, como se dice en la introducción, que fueron las ideas extranjeras las que muchas veces nos dieron la identidad, y no a la inversa.
A punto de dejar los interminables túneles de El Chorro, me despido por hoy. Espero que esta suerte de ‘diario’ no caiga en el olvido como tantos otros atrás, y tener siempre material con el que rellenar.

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